Cuando la pantalla se rompe, aparece el reflejo
En un mundo que promete conexión constante, hemos olvidado cómo mirar de verdad. A partir de la obra Le Reflet de Jorge Isla, esta cápsula reflexiona sobre cómo las pantallas que nos unen también nos separan, y cómo en su fractura puede nacer una nueva forma de presencia y empatía.
CÁPSULA
Melina
10/14/20253 min leer
En la exposición de Jorge Isla lo bello no está en lo intacto sino en lo roto. Sus pantallas destrozadas nos devuelven un reflejo fragmentado: ¿quiénes somos cuando el dispositivo que lo mediaba desaparece? Sobre la rotura, Isla muestra que el espejo más potente ya no devuelve la imagen: la cuestiona.
Sobre el artista
Nacido en Huesca en 1992 y formado en comunicación audiovisual y producción artística, Jorge Isla es uno de los artistas más originales de la escena contemporánea española. Su obra, híbrido entre escultura, fotografía y crítica social, reflexiona sobre nuestra relación con la tecnología, la imagen y el consumo. Su planteamiento es radical: transforma objetos cotidianos —como pantallas de móvil rotas— en potentes metáforas del presente.
En sus palabras: “Me interesa el lenguaje visual como medio de comunicación de ideas, no como registro. El arte es una experiencia, no una rutina.”
La serie Le Reflet, convierte decenas de pantallas fracturadas en mosaicos hipnóticos, enlaces entre ese objeto de deseo que fue el smartphone y su realidad más cruda: el reflejo roto de nuestra identidad digital. ¿Qué hace que una pantalla termine astillada? Isla lo convierte en pregunta: es un “tiro fotográfico y bélico” que dispara un espejo y nos atrapa un poco de ese impacto visual y emocional. La pantalla deja de ser interfaz: es herida, memoria fragmentada, agujero negro tecnológico.
La obra propone una reflexión incómoda: somos espectros compartidos entre nuestras pantallas y nosotros mismos.
¿Quiénes somos cuando no hay pantalla?
Vivimos reflejados.
En el brillo del móvil, en la cámara frontal, en el “me gusta” que nos confirma.
Pero cuando la pantalla se rompe —como en la obra de Jorge Isla—, algo se revela: un silencio, una textura, una grieta.
Las pantallas rotas de Le Reflet no solo muestran lo frágil del objeto, sino lo frágil de nosotros dentro de él. Ahí, donde la imagen deja de funcionar, aparece la persona. El reflejo se descompone, y lo que queda es más honesto, más humano, más incierto.
Isla no repara dispositivos: repara miradas.
Nos obliga a mirar el fallo, la herida digital, y preguntarnos qué queda cuando el filtro desaparece.
Cuando no hay selfie.
Cuando no hay conexión.
Cuando solo estamos nosotros.
Quizá, sin pantalla, volvemos a ser algo más simple.
Un destello.
Un cuerpo que respira.
Un reflejo que no necesita verse para existir.
Cuando la pantalla se apaga
Vivimos en la era de la conexión infinita.
Podemos hablar con alguien al otro lado del mundo, pero a veces no miramos a quien tenemos al lado.
En un tiempo donde deberíamos sentirnos más unidos que nunca, algo se ha fracturado.
Nos refugiamos en pantallas que prometen compañía, pero terminan devolviéndonos solo nuestro reflejo.
Una imagen de nosotros mismos que, cuanto más la miramos, más nos separa de lo real.
En su obra Le Reflet, Jorge Isla recoge pantallas rotas —esas que ya no sirven, que perdieron su función— y las convierte en espejos de nuestra época.
Son heridas luminosas, huellas del desgaste emocional de una sociedad que mira sin ver.
Que toca sin sentir.
Que comunica sin conectar.
Nos perdemos en ese brillo negro que quiebra la realidad.
Dejamos de percibir al vecino, al hermano, al compañero como un otro con historia y respiración.
Los rostros se vuelven píxeles, los cuerpos, siluetas lejanas.
Y sin embargo, hay algo esperanzador en la grieta.
Cuando la pantalla se rompe, la imagen también se libera.
A través de la fractura, emerge una oportunidad: volver a mirar.
Volver a percibir sin filtro.
Reconectar con la textura de lo humano, con la cercanía del mundo tangible.
Quizás la próxima vez que se apague la pantalla, podamos quedarnos un momento ahí —en ese silencio incómodo— y preguntarnos:
¿qué nos está devolviendo el reflejo?
¿y a quién dejamos de ver mientras miramos?
Fuentes:
https://masdearte.com/especiales/jorge-isla-villacampa/
https://www.plataformadeartecontemporaneo.com/pac/jorge-isla-blackmarket/
https://www.neo2.com/es-lo-que-hay-exposicion-de-jorge-isla/
Texto escrito por Melina Fernandez
