Donde nace la obra: Cuando somos instrumentos de la vida

Sobre la esperanza, los vacíos fértiles y la misteriosa fuerza que nos atraviesa cuando creamos: entre lo que tenemos, lo que nos falta y lo que la vida quiere expresar a través nuestro. Hoy quiero compartir las reflexiones que me han invadido a partir de visitar la exposición "Hope" de María Isabel Ballester

CÁPSULA

Melina

9/12/20255 min leer

«La esperanza» es una visión personal de uno de los sentimientos humanos esenciales, especialmente en estos tiempos de confusión y tristeza. Con las heridas al descubierto, con toda la carga que nos empequeñece y nos asfixia, el único camino es el del amor, el de la unión y el de la esperanza de alcanzarlo.

- María Isabel Ballester

Lo que tengo, lo que me falta.

Reflexión de la obra de María Isabel Ballester

A veces me descubro haciendo un inventario silencioso: lo que ya está conmigo y lo que todavía no ha llegado.
No es una lista de cosas, sino de emociones, aprendizajes, pequeñas certezas que sostienen mis días.
“Lo que tengo” no siempre es visible: a veces es la calma que aparece después del desorden, la mano que alguien me tendió, la chispa que me recuerda que puedo volver a empezar.

“Lo que me falta” tampoco es un hueco oscuro: es un espacio fértil, una promesa.
Es lo que aún no sé, el abrazo que todavía no he dado, la versión de mí misma que pide salir a la luz.
No es ausencia, es posibilidad.

Entre ambos —entre lo que ya arde y lo que todavía es brasa escondida— vive la esperanza.
Esa emoción suave que no grita, pero empuja; que sostiene el puente entre mi presente y mis anhelos.

Aprendo que no necesito elegir entre las dos listas: puedo sostenerlas al mismo tiempo.
Agradecer lo que tengo sin miedo a desear lo que me falta.
Cuidar mi fuego actual mientras salgo en busca de la leña que lo hará crecer.

Quizás de eso se trate la vida: de aceptar que somos obra en curso, un collage en expansión.
Que el arte de vivir consiste en honrar los tesoros presentes y dar un paso hacia lo que todavía pide ser creado.

Esta obra fue la que más llamó mi atención por todo lo que me hizo pensar. Os comparto mis reflexiones:

“Lo que tengo, Lo que me falta” es un recordatorio de que tu fuego interior se alimenta tanto de los troncos que ya arden como de los que aún buscas para tu hoguera. El arte está en honrar ambos: agradecer lo que sostiene tu luz y atreverte a salir a recoger lo que todavía no has encontrado.

El mapa interno

Podría ser una especie de inventario emocional: reconocer lo que ya habita en nosotros (fortalezas, afectos, aprendizajes) y lo que todavía buscamos (serenidad, vínculos, certezas, sueños). Hacer visible ese mapa es el primer paso para no perdernos.

Gratitud vs. deseo

Nos invita a bailar entre dos fuerzas: la gratitud por lo que ya es y el deseo por lo que aún no. Esa tensión no es enemiga: cuando la abrazamos, se convierte en motor creativo. El problema aparece cuando solo vemos la carencia o solo lo poseído; ahí la emoción se cristaliza (en frustración o complacencia).

Esperanza como puente

La esperanza vive justo en el medio: une lo que tenemos con lo que falta. Es la confianza de que el vacío puede llenarse, que el mañana guarda semillas listas para germinar si las cuidamos hoy.

Identidad en construcción

La frase también habla de identidad: no somos solo lo que ya logramos, ni un cúmulo de carencias. Somos un proceso: obra en curso, collage de presentes y futuros.

Cuidado con la mirada

Lo interesante es cómo miramos ambas listas. Si lo que falta lo vemos desde el amor y no desde el juicio, se convierte en guía, no en condena. Si lo que tenemos lo miramos con gratitud, se vuelve suelo fértil para seguir creciendo.

Exposición HOPE por María Isabel Ballester

CANSALAS GALLERY & ART HOUSE - ES GARATGE

Carrer Can Sales 3, 07012 Palma de Mallorca

¿Quien es María Isabel Ballester?

María Isabel Ballester es una escultora con un amplio currículum de exposiciones en diferentes países del mundo. Nacida en Argentina, se trasladó a Mallorca en 1979, donde comenzó a dedicarse a la escultura y donde ha crecido profesionalmente hasta convertirse en un referente de la escultura mallorquina e internacional.

"Mi inspiración se despierta al venir a Mallorca desde Argentina. Era una mudanza forzosa. Yo tenía 18 años. Mi padre nació en Palma. Regresamos a sus raíces. Me sentía sola y un día empecé a jugar con plastilina. Y descubrí algo."..."Trabajo con lo que me conmueve. Es muy sentimental mi obra. Es lo que sale de mi. Con las situaciones, con la realidad que me conmueve. Es un estilo expresionista. Los rostros son fundamentales. Para mí está todo allí, la expresión, el sentimiento, la herida…"

"Mi padre me decía que somos instrumentos y es verdad, porque termino la obra y no sé cómo la he hecho. Interesante y muy misterioso también."

Esta confesión de María Isabel Ballester abre una puerta fascinante: la del artista como canal, como puente por donde pasa algo que no siempre entiende.

Cuando creamos, muchas veces sentimos que no somos del todo autores, sino intérpretes de una melodía que llega desde un lugar invisible. La idea aparece, las manos se mueven, la voz encuentra palabras… y al final, al mirar la pieza terminada, apenas podemos rastrear el camino. Es misterio puro.

Ser instrumentos no significa rendirse ni borrar nuestra voluntad. Implica escucha y presencia: afinar nuestro cuerpo, mente y emoción para que la energía creativa encuentre un cauce limpio. Significa cuidar el medio —nuestro ecosistema, nuestras creencias, nuestras rutinas— para que esa corriente fluya sin obstáculos.

En Lumbre hablamos de encender la chispa y sostener el fuego, pero también de abrir espacio para que lo inesperado entre. El artista, el escritor, el emprendedor… todos pueden habitar ese estado en el que la obra nos atraviesa y nos enseña quién somos.

Tal vez esa sea la mayor responsabilidad del creador: mantener el instrumento afinado, listo para vibrar con aquello que pide nacer a través de él.

Y cuando, al final, miramos lo creado y decimos “no sé cómo lo he hecho”, lo que reconocemos es que el arte no solo es nuestro: es diálogo con algo más amplio, una conversación silenciosa con la vida misma.

-Melina

“El arte no representa lo visible, lo hace visible.” -María Isabel Ballester

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