Desarrolla Fortaleza y Afronta Retos con Hacha y Tiza

En Hacha y Tiza te ayudamos a desarrollar fortaleza, afrontar retos y vivir desde una perspectiva creativa. Descubre cómo la superación personal puede transformar tu vida y potenciar tus habilidades.

MÉTODO

Melina

9/8/20256 min leer

Llevo mucho tiempo buscando. Tras prueba y error, decidí enfocar mi vida a aquello que siempre le brindó sentido. La creatividad.

Para mi, creatividad no siempre tiene que ver con el arte, la música, la interpretación... Esa es solo una forma de darle significado a la <creatividad>. Cuando analicé lo que para mi era creatividad enseguida lo conecte a emprender. Esa acción que había dado forma a mi vida. A la de todos. Lejos está de referirse solo a negocios y empresas. Emprendemos y creamos cada día.

Lo primero que emprendemos y creamos es nuestra vida. Con cada decisión nos atrevemos a volver a empezar. Cada vez que imaginamos convertimos lo invisible en visible.

Durante los últimos años y con cada nueva experiencia fui escribiendo aquellas cosas que sacaba en claro. Hoy te comparto los cuatro grandes pilares que hicieron que pueda crecer profesionalmente y desarrollar el poder creativo que existe en mí (y que habita en cada uno de nosotros).

I. Desarrollo del auto-concepto

He conocido personas con gran potencial que se ven sesgadas por su manera de ver el mundo y a si mismos. Carecen de un auto-concepto fuerte, no han trabajado su autoestima y suelen compartir una visión negativa de la vida.

En él habita la relación contigo mismo. La manera en la que te hablas, lo que piensas sobre ti y lo que puedes conseguir. La confianza, la autonomía, la tolerancia al fracaso y claridad de propósito se convierten en las brasas que sostienen tu llama.

¿Has oído hablar alguna vez del <sistema de creencias>?

El sistema de creencias personal es como ese “software invisible” que todos llevamos corriendo por dentro, y que muchas veces ni siquiera sabemos que está ahí, pero guía absolutamente todo lo que hacemos. Es el conjunto de ideas, valores, interpretaciones y “verdades” que una persona asume sobre sí misma, los demás y el mundo.
Funciona como un filtro mental: no vemos la realidad tal cual es, sino a través de lo que creemos sobre ella.

Por ejemplo:

  • Si creo que “el mundo es peligroso”, voy a actuar con desconfianza.

  • Si creo que “la gente suele ayudar”, me relacionaré de otra forma.

¿De qué se sustenta un sistema de creencias?

  1. Experiencias tempranas (familia, escuela, entorno).
    – Lo que escuchamos y vivimos de niños deja huella profunda.
    – Ej.: si un niño recibe elogios por su esfuerzo, puede creer “soy capaz de aprender”.

  2. Cultura y sociedad
    – Lo que “se espera” según nuestro país, género, religión, clase social.
    – Ej.: en algunas culturas se cree que “el éxito viene solo del sacrificio”.

  3. Narrativa personal
    – Las historias que nos contamos sobre nosotros mismos: “yo soy así”, “nunca se me ha dado bien esto…”.
    – Esa voz interna puede ser nuestro mejor aliado o nuestro saboteador.

  4. Modelos y espejos
    – Personas que admiramos, referentes que nos inspiran, mentores o incluso personajes ficticios.
    – De ellos aprendemos lo que “es posible” o lo que “se espera de alguien como yo”.

  5. Repetición y refuerzo
    – Cada vez que pensamos, decimos o escuchamos algo, reforzamos esa creencia.
    – Por eso un mensaje limitante repetido (“no sirves para esto”) puede quedarse grabado.

Llevado al ámbito creativo, Christopher Bergeron dice:

El sistema de creencias en la creatividad,

  • Es tu marco interno: lo que piensas sobre ti, sobre el mundo, y sobre lo que significa crear.

  • Si crees que la creatividad es un don reservado a unos pocos, te limitarás.

  • Si crees que la creatividad es un músculo que todos tenemos, buscarás ejercitarlo.

En otras palabras:
Tu sistema de creencias define qué tan libre o bloqueada estará tu chispa creativa.

Ejemplos de sistemas de creencias que favorecen la creatividad:

  • El error como maestro → Creer que equivocarse no es fracaso, sino parte del proceso.

  • La abundancia de ideas → Pensar que siempre habrá más, que no existe la “última oportunidad”.

  • La creatividad como derecho humano → Asumir que crear no es un lujo, sino una necesidad vital.

  • El juego como método → Ver la curiosidad y el disfrute como puertas a soluciones inesperadas.


La auto-confianza es la base de todos los logros. Nos impulsa a abrazar nuestras ideas y a trabajar en ellas con determinación. La construcción de la auto-confianza comienza con el reconocimiento de nuestras habilidades y el valor que aportamos al mundo. Esto no solo nos permite afrontar retos externos, sino que también fomenta una mentalidad abierta y creativa que nos ayuda a ver oportunidades donde otros solo ven obstáculos.

La construcción de autoridad con uno mismo es un tema que me ha atrapado últimamente. Conlleva compromiso y toma de responsabilidad. Ya no serás a aquel al que "le suceden cosas", serás aquel que trabaja para que aquello que quiere suceda. Es muy curioso cómo cuando nos relacionamos con los demás esperamos honestidad, compromiso, responsabilidad... Pero cuando se trata de la relación con nosotros mismos somos capaces de no mantener la palabra, de mentirnos y echar culpas fuera.

Comienza por construir una relación sana contigo mismo. A ver todo aquello que puedes aportar al mundo. De estar atento a aquello que piensas y compartes.

II. El ecosistema

Ninguna chispa arde sola. Necesita un entorno fértil:

  • Un espacio físico y mental que inspire.
    Silencio, pausa, respiración y rituales. Es cómo limpiar el lienzo antes de pintar: despejas la mente para que puedan llegar las ideas. Tu mesa, tu cuaderno, tu rincón de arte o trabajo. El cuerpo necesita anclas materiales que le digan: "este es el lugar donde sucede la chispa". Intenta rodearte no solo de espacios inspiradores, si no, de personas que apoyen el proceso creativo.

  • Tiempo de reposo para dejar incubar las ideas.
    Muchos artistas hablan de la inspiración cómo una musa que les visita. Si bien es importante continuar trabajando ya que es en ese <flow> donde muchas veces nos visita la inspiración, también lo es el darle aire a las ideas. Dejarlas madurar. Siempre puedes volver a ellas. El espacio da perspectiva.

  • Experiencias diversas que alimenten el imaginario.
    Cada experiencia es como una herramienta que guardas en tu caja creativa: viajes, lecturas, fracasos, conversaciones…

    Mientras más diverso sea el repertorio, más posibilidades tendrás de construir algo nuevo.

    Los emprendedores y creativos también son exploradores. Buscadores de tierras e ideas. Hay que perderle el miedo a "perder el tiempo". Muchas veces aquello que pensamos que no nos está aportando nada, si lo vemos con la mirada correcta, puede darnos un gran soplo de inspiración.

  • Habilidades que den forma a lo intangible.
    La atención, la rutina y la curiosidad. Hay que estar atentos cuando aparece el destello de la inspiración. Crear una rutina que apoye el flujo de trabajo creativo. Tener a mano herramientas para atrapar la chispa: libreta, nota de voz... Y siempre mantener encendida la llama de la curiosidad. El resto de habilidades puedes aprenderlas y perfeccionarlas en el camino.

III. Conexión con la energía creativa

La creatividad es como una corriente invisible: pasa, se mueve, y hay que estar atento para atraparla.

  • Elizabeth Gilbert (autora de Big Magic) habla de las ideas como entidades vivas que buscan un humano dispuesto a traerlas al mundo. Si no las “agarras”, se van a otra persona.

  • Leonard Cohen decía que las canciones son como pájaros salvajes: aparecen, pero tienes que tener la red lista.

  • Agatha Christie aseguraba que muchas de sus tramas más brillantes se le ocurrían lavando los platos.

  • Keith Richards (The Rolling Stones) escribió Satisfaction después de despertarse a mitad de la noche con un riff en la cabeza: lo grabó medio dormido en una grabadora y volvió a caer rendido.

  • Incluso Platón ya hablaba de la musa como esa energía externa que visita al creador.

Es importante tener rutinas diarias que inviten a la chispa. Atreverse a la acción inmediata y sostener el enfoque y la consistencia.
El aire creativo sopla siempre, pero solo lo recibe quien está abierto y preparado.

  • El trabajo es el imán de la inspiración. Picasso tenía razón: no se trata de esperar, sino de que te encuentre creando.

  • Participar es estar presente. Hacer aunque no sepas exactamente qué saldrá, porque solo en la acción se abre el camino.

  • El error también es parte de la chispa. Quien participa aprende, ajusta y crece; quien espera demasiado se queda con teorías.

  • El coraje es más valioso que la preparación perfecta. El salto en frío enciende más llamas que diez planes guardados en un cajón.

IV. Filosofía de trabajo

Aquí entran las actitudes que moldean el proceso:

  • La curiosidad como brújula.
    No se trata de tener todas las respuestas, sino de hacerse las preguntas correctas. La curiosidad es la llama que abre caminos.
    Pregúntate: ¿Qué pasaría si…? ¿Qué más podría haber aquí?

  • La imaginación como motor.
    Antes de que algo exista afuera, tiene que existir dentro. La imaginación es el espacio de ensayo donde jugamos sin riesgo y damos la primera vida a las ideas.

    Recuerda: Todo se crea dos veces: primero en tu mente, luego en la materia.

  • La participación sobre la preparación (“me lanzo y ajusto en el camino”).
    No esperes a que todo esté perfecto: lánzate, prueba, ajusta. La acción es la verdadera maestra.

    Mantra: “Prefiero intentarlo en borrador que nunca verlo nacer”.

  • Un ambiente personal como sostén.
    Un creador necesita su cueva y su tribu: espacios y relaciones que nutran, no que drenen. El entorno no es accesorio, es parte de la obra.

    Hazte la pregunta: ¿Lo que me rodea me acerca a mi chispa o me la apaga?

  • La pasión como combustible.
    La pasión es lo que convierte la disciplina en disfrute. No todo será fácil, pero cuando amas lo que construyes, hasta el esfuerzo se vuelve gratitud.

    Consejo: Vuelve a la chispa inicial cada vez que la rutina pese.

¡Enhorabuena si has llegado hasta aquí! Me encantaría saber si ahora que hemos desarrollado los pilares de H&T podrás adaptarlos a tu propia filosofía y utilizarlos para alcanzar tus objetivos. Ojalá que sea así. ¡Déjamelo saber en comentarios o en un mensaje directo! Puedes encontrarme en @lumbrebymelina.

Texto escrito por Melina Fernandez